¿Cuál es la diferencia entre artritis y artrosis?

¿Qué es la artritis? 

La artritis se caracteriza por la hinchazón y sensibilidad en una o más articulaciones. Sus principales síntomas incluyen dolor y rigidez en las articulaciones, que tienden a empeorar con el paso del tiempo.

Existen varios tipos de artritis, siendo los dos más comunes la osteoartritis y la artritis reumatoide.

La osteoartritis es la variante más frecuente de artritis y se asocia principalmente al envejecimiento y al desgaste natural de las articulaciones. En este caso, el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta con el tiempo, lo que resulta en dolor, hinchazón y dificultad en el movimiento.

Por otro lado, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones y otros tejidos del cuerpo, causando inflamación crónica en las articulaciones. Si no se trata adecuadamente, puede llevar a deformidades y daño permanente.

Además de la osteoartritis y la artritis reumatoide, existen otros tipos de artritis, como la artritis psoriásica, la artritis séptica (causada por una infección) y la artritis gotosa (causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones).

El tratamiento de la artritis es altamente personalizado y varía según el tipo y la gravedad de la enfermedad. Puede incluir medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, terapia física, cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, cirugía. La gestión adecuada de la artritis es fundamental para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

¿Qué es la artrosis?

La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una forma común de artritis que afecta las articulaciones. Se trata de una enfermedad degenerativa crónica en la que el cartílago que recubre las superficies articulares se desgasta gradualmente. Es crucial prestar atención temprana a los síntomas, ya que a medida que progresa, puede causar dolor, rigidez, inflamación y pérdida de la función en las articulaciones afectadas.

Esta afección suele afectar principalmente a las articulaciones que soportan el peso del cuerpo, como las rodillas, caderas, manos y columna vertebral. A medida que el cartílago se desgasta, los huesos pueden rozar entre sí, lo que provoca dolor y daño adicional.

Aunque aún no se ha identificado una causa exacta para la artrosis, existen factores de riesgo que contribuyen a su desarrollo. Estos incluyen el envejecimiento, la obesidad, lesiones articulares previas, malformaciones articulares, carga repetitiva o actividad física intensa, entre otros.

El tratamiento de la artrosis tiene como objetivo aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Las opciones de tratamiento pueden incluir terapia física para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, así como el uso de analgésicos y antiinflamatorios para controlar el dolor.

La artritis y la artrosis son dos condiciones relacionadas con las articulaciones, pero presentan diferencias significativas:

1. Causa: La artritis es una enfermedad inflamatoria que puede ser resultado de diversos factores, como trastornos autoinmunes (como la artritis reumatoide), infecciones (como la artritis séptica) o enfermedades metabólicas (como la artritis gotosa). Por otro lado, la artrosis es una enfermedad degenerativa que se desarrolla debido al desgaste natural de las articulaciones a lo largo del tiempo.
2. Inflamación: La artritis se caracteriza por una inflamación crónica de las articulaciones, lo que causa hinchazón, enrojecimiento y calor en la zona afectada. En contraste, la artrosis no está necesariamente asociada con una inflamación significativa.
3. Tipo de articulaciones afectadas: La artritis puede afectar diversas articulaciones del cuerpo, como manos, muñecas, rodillas y caderas, entre otras. Por otro lado, la artrosis tiende a afectar principalmente las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, caderas y la columna vertebral.
4. Degeneración del cartílago: Tanto la artritis como la artrosis provocan el desgaste del cartílago articular, pero de maneras diferentes. En la artritis, el sistema inmunológico ataca el cartílago, causando su deterioro, mientras que en la artrosis, el desgaste es gradual y se relaciona con el envejecimiento, la carga repetitiva o factores genéticos.
5. Síntomas: La rigidez es un síntoma común tanto en la artritis como en la artrosis, aunque su presentación puede variar. En la artritis, el dolor y la rigidez suelen ser más intensos por la mañana o después de periodos de inactividad. En la artrosis, el dolor es más localizado y puede empeorar con el movimiento, mejorando con el reposo.
6. Tratamiento: El enfoque del tratamiento también difiere. En la artritis, se busca controlar la inflamación y frenar la progresión de la enfermedad mediante medicamentos inmunosupresores o modificadores de la enfermedad. En la artrosis, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas y mejorar la función articular a través de analgésicos, terapia física, cambios en el estilo de vida y, en casos graves, cirugía para reparar o reemplazar la articulación.

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