La artritis reumatoide – Síntomas – Causas y Tratamiento

¿Qué es la artritis reumatoide?

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y autoinmune, donde afecta a las articulaciones. Principalmente ataca a las articulaciones por medio de inflamación persistente, lo que conlleva a la deformidad y destrucción articular a lo largo del tiempo. Aunque se desconoce la causa exacta de la artritis reumatoide, se cree que factores genéticos y ambientales desempeñan un papel en su desarrollo.

El sistema inmunológico del cuerpo por error ataca las células sanas de las articulaciones, esto provoca inflamación crónica, lo que genera síntomas como: dolor, rigidez articular, hinchazón y dificultad para mover las articulaciones afectadas. La enfermedad puede afectar cualquier articulación, pero tiende a afectar con mayor frecuencia las articulaciones de las manos, muñecas, codos, rodillas y tobillos.

El diagnóstico de la artritis reumatoide se basa en la evaluación de los síntomas, los hallazgos físicos, los análisis de sangre y las imágenes de las articulaciones. Aunque no existe una cura para la enfermedad, el tratamiento temprano y adecuado puede ayudar a controlar los síntomas, prevenir daños articulares adicionales y mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

¿Cuáles son los síntomas y causas?

Los síntomas de la artritis reumatoide pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:

1. Dolor articular: generalmente afecta varias articulaciones, y tiende a ser simétrico, lo que significa que afecta ambos lados del cuerpo al mismo tiempo.
2. Rigidez articular: especialmente por las mañanas o después de períodos de inactividad. La rigidez puede durar más de una hora.
3. Hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones: las articulaciones afectadas pueden sentirse calientes al tacto y pueden aparecer inflamadas.
4. Pérdida de movimiento y deformidad articular: a medida que la enfermedad progresa, las articulaciones pueden volverse rígidas, perder su rango completo de movimiento y sufrir deformidades.
5. Fatiga: muchas personas con artritis reumatoide experimentan una sensación de agotamiento o cansancio extremo.
6. Otros síntomas generales:  pueden incluir fiebre baja, pérdida de apetito y pérdida de peso inexplicada.

En cuanto a las causas de la artritis reumatoide, aún no se conocen con certeza. Se cree que es una enfermedad multifactorial en la que intervienen factores genéticos y ambientales. Algunos factores de riesgo que se han asociado con la artritis reumatoide incluyen:

1. Antecedentes familiares: tener familiares cercanos con artritis reumatoide aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
2. Sexo: las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar artritis reumatoide que los hombres.
3. Edad: aunque la artritis reumatoide puede afectar a personas de cualquier edad, suele comenzar entre los 30 y los 50 años.
4. Tabaquismo: fumar aumenta el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, especialmente en personas con predisposición genética.
5. Exposición a ciertos factores ambientales: como infecciones virales o bacterianas, aunque la relación exacta no está claramente establecida. 

Tratamiento de la artritis reumatoide

El tratamiento de la artritis reumatoide, se basa en un enfoque multidisciplinario y personalizado porque su función principal es reducir la inflamación y controlar los síntomas para poder mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento puede implicar el uso de medicamentos, terapia física, terapia ocupacional y cambios en el estilo de vida.

Los medicamentos son muy importantes para el tratamiento de la artritis reumatoide, porque los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) se utilizan para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Los medicamentos modificadores de la enfermedad (DMARDs) son recetados para frenar el progreso de la enfermedad y prevenir el daño articular adicional. Los DMARD convencionales, como el metotrexato, son comúnmente recetados como tratamiento de primera línea.

En casos más graves o cuando los DMARD convencionales no son efectivos, se pueden utilizar medicamentos biológicos que actúan sobre el sistema inmunológico para reducir la inflamación y el daño articular.

También, los medicamentos, la terapia física y ocupacional son importantes para mantener la función y movilidad de las articulaciones afectadas. Es asi, que la terapia física se ha vuelto fundamental porque incluye ejercicios específicos para poder fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad. 

En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para reparar o reemplazar las articulaciones gravemente dañadas. La cirugía articular puede aliviar el dolor y mejorar la función en personas con artritis reumatoide avanzada.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento de la artritis reumatoide es individualizado y puede requerir ajustes a lo largo del tiempo. Es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un médico especialista, como un reumatólogo, para desarrollar un plan de tratamiento adecuado y brindar un seguimiento continuo para controlar la enfermedad de manera efectiva.

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